Otro reto
Debido a la inquietud de Felicia, realizar la ecografía no fue nada fácil. Se preguntó a Ben si podía ayudar a estirarla completamente y solo allí fue que el veterinario pudo realizar el procedimiento.
El tono del veterinario cambió durante la ecografía. Su optimismo, lentamente, pasó a pesimismo. Ben lo sabía, pero temía distraer al médico. No obstante, más tarde se arrepintió de no preguntarle.
El veterinario pidió un momento para hacer una llamada telefónica urgente después de inspeccionar a la yegua. Ben no sabía con quién se iba a comunicar, por lo que se puso algo nervioso al cabo de unos minutos.