No jugaban limpio
Una de las características de los Peaky Blinders, de las cuales Knight se encargó de plasmar a la perfección en la serie, fue que la pandilla no jugaba limpio… pero todos sí lo hacían con ellos, por lo que lo normal era que acabaran traicionando a otros grupos delictivos o de cualquier industria con los que trataban.
Varios de sus delitos tienen como testigos fuerzas policiales que aseguran que robaban todo lo que podían robar; no importaba quien fuese la víctima y que tan poco tuviese para quitarle, ellos siempre sacaban el máximo beneficio de todo lo posible.