Hacia la paternidad
A medida que avanzaban los días, Joy comenzó a sentirse más fuerte y se sintió más confiada en su nuevo rol de madre. Ella aprendió cómo cuidar a sus hijas y se sorprendió al notar la gran resiliencia de ellas. Mientras Amanda era una bebé feliz y juguetona, Emily se mostraba más delicada y requería un cuidado extra.
Al verlas ella no dejaba de admirarse de sus pequeñas gemelas. Las veía y no podía creer lo mucho que había sucedido hasta ese momento. Joy y Roberto estaban orgullosos de sus hijas y de lo lejos que habían llegado como familia.