Los últimos preciados momentos
A pesar de los desafíos que debían afrontar día a día, Joy y Roberto encontraban felicidad en los pequeños momentos que compartían con sus hijas. Ellos lograban reír y jugar constantemente con Amanda y Emily y disfrutaban de poder verlas crecer y desarrollarse.
Como buenos padres orgullosos, ellos tomaban miles de fotografías para poder capturar cada sonrisa y emoción de las pequeñas. Ellos no querían perderse ningún momento de felicidad junto a ellas, especialmente con la pequeña y frágil Emily. Cada momento, cada sonrisa y cada segundo compartido en familia quedaba retratado en una fotografía y en los corazones de Joy y Roberto.