Analizando los pro y contra
A la pareja le costaba aceptar su nueva realidad. Ellos seguían muy preocupados por sus hijas y lo que el futuro les deparaba a ellas. Los doctores insistían que ellos debían esperar hasta que las niñas fueran más grandes antes de comenzar a considerar cualquier procedimiento médico.
Joy estaba totalmente asustada por sus hijas y no sabía si ella podría afrontar la situación. Ella no esperaba tener dos bebés y ahora tenía que aceptar la posibilidad de que una de ellas podría nacer con algún tipo de anomalía. La madre se preguntaba si era seguro continuar con un embarazo de alto riesgo.