No puedo creerlo

Los doctores verdaderamente habían hecho todo lo posible para salvar a Emily, pero era muy tarde. La pequeña niña falleció minutos después de que la cirugía finalizara. Su diminuto cuerpo no pudo sanar y ella no contaba con la fuerza suficiente para recuperarse.
Joy y Roberto no encontraban consuelo, los tristes padres no podían creer que sus esperanzas habían desaparecido por completo. Sus corazones estaban destrozados. A pesar de que les habían anticipado las posibles complicaciones de la cirugía, ellos sentían que todo había pasado muy rápido. Joy y Roberto no lograban comprender que su pequeña familia se encontraba incompleta. Sin dudas, todo cambiaría.

